miércoles, 14 de marzo de 2012

Seminario Militante: Anarquismo y Revolución Relatoría primera sesión: Bakunin y la Revolución Social / Primer bloque temático: Reflexiones teóricas. / Martes 13 de Marzo de 2012


En la primera sesión del seminario militante, tras la ponencia del compañero José, surgieron varias inquietudes y temas de discusión que se intentan recoger en el presente documento. Con respecto a Prudhon, se planteó una pregunta acerca de la viabilidad actual de un “banco del pueblo” como fue propuesto por Prudhon y se hicieron algunos comentarios acerca de como el supuesto machismo de este es una lectura que se sale del contexto histórico del pensador y le da una perspectiva “contemporánea” a sus posturas que, más allá de ser realmente machistas y defensoras del patriarcado, correspondían a una época y a una sociedad donde estas posturas, hoy en día tan obviamente reaccionarias, eran comunes y carecían de alternativas (¿ideológicas?) bien definidas. 

Pero en general la discusión, así como la ponencia, se centró más en las ideas de Bakunin. En particular se habló bastante del papel particular que debía jugar el campesinado en la revolución social y sí Bakunin concebía a esta clase particular como parte del proletariado.   Por otro lado se hicieron varios comentarios alusivos a la relación entre Carlos Marx y Bakunin. En cuanto al tema del campesinado, se hizo alusión a como Bakunin sí tenía muy claro el papel fundamental que este debía jugar en la revolución y como una revolución que no tuviera en cuenta al campesinado estaría condenada al fracaso. Se comentó acerca de cómo, según los planteamientos de Bakunin, el proletariado industrial, estando constituido por los realmente desposeídos, a quienes solo les quedaba la opción de vender su “mano de obra”, era la principal fuerza revolucionaria, pero, a pesar de que el mismo Bakunin se refería al campesinado como un sector de la población supersticioso y defensor de la propiedad privada, era de suma importancia el hacer “agitación” política en el campo y ganar el campesinado a la causa revolucionaria.       

Por el lado de la relación entre Marx y Bakunin, se hicieron preguntas acerca de si el anarquismo contemplaba la “lucha de clases” como algo esencial y si la supuesta “rivalidad” entre Marx y Bakunin se debía a diferencias fundamentales a nivel de concepciones teóricas. Sin profundizar mucho en las diferencias entre “comunismo autoritario” con el rol fundamental que en él juega el “partido del pueblo”, y “comunismo libertario”, se llegó a la conclusión de que en gran medida las diferencias entre Marx y Bakunin eran personales y que, a nivel de las ideas políticas de uno y otro siempre hubo admiración mutua.  Bakunin aceptaba en gran medida los análisis del sistema de producción capitalista hechos por Marx, y este, a su vez, admiraba a Bakunin por su militancia y le dedicó mucho tiempo a considerar las críticas sobre “autoritarismo” que Bakunin hizo. En la parte del seminario que se describió como taller, se realizó una lectura en grupos de fragmentos de textos de Bakunin surgieron nuevas dudas, y, aunque nuevamente la discusión giró en torno al rol del campesinado en la revolución social, se tocaron temas como el de las “individualidades” y su relación con el desarrollo de la revolución.

Sobre las individualidades y su posible protagonismo, se dijo que aunque Bakunin planteaba que, en general, eran nocivas y contraproducentes para la revolución social (y más propias de un revolución política, donde una gran individualidad era electa, o se hacía con el poder), esto no se debía tomar como un desprecio de Bakunin por los individuos y que existía cierta dualidad en sus planteamientos ya que si debía haber individuos “consientes” que realizaran acciones “revolucionarias”, solo que no deberían en ningún momento ser protagonistas de nada, sino infiltrar las masas, ser parte del pueblo, y hacer agitación desde ahí; no pretender liderar al pueblo o dictaminar como va a suceder la revolución. En cuanto al campesinado, se discutió en esta parte del seminario, sobre el papel de aquellos cuya labor era hacer “agitación” en el campo.  Surgió la duda de sí el “educar” a los campesinos sobre la revolución y el anarquismo no era algo “impositivo” y muy parecido a “evangelizarlos”.  Como respuesta a esto, se planteó que la “educación” revolucionaria era en primer lugar una “contraparte” al adoctrinamiento del “sistema” y que hacía alusión a las realidades inmediatas de los campesinos, no les pedía fe ni sumisión a ninguna autoridad “revolucionaria”; más bien pretendía dar una nueva luz a acontecimientos de su día a día y construir conciencia revolucionaria de manera propia.  

Por último, se mencionó la fuerte influencia que había tenido la filosofía de Hegel en Bakunin (y en Marx) y como esta llevaba a creer en la existencia de una “verdad” racional a la que se podía llegar mediante la “critica”.   Esto para decir que los “cuadros anarquistas” encargados de hacer trabajo político con el campesinado, más que estar “imponiendo” una verdad revolucionaria, estarían fomentando la “critica” para llegar a dicha “verdad”.    De haber habido más tiempo, habrían surgido más dudas y se habría profundizado en los distintos temas; la asistencia al seminario fue grande y la participación activa.

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