lunes, 23 de abril de 2012

Seminario Militante: Anarquismo y Revolución / Relatoría Quinta Sesión: La Revolución Mexicana/ Segundo Bloque Temático: Experiencias Historicas / Martes 17 de Abril de 2012 / Por Sebastián


El pasado 10 de Abril, una vez concluida la exposición sobre la rebelión de Baja California y las influencias anarquistas en la revolución Mexicana, se plantearon varias preguntas, las primeras de las cuales tuvieron que ver con eventos previos a la revolución como tal. Se preguntó acerca de que motivó el exilio de Ricardo Flores Magon a los Estados Unidos, así como por las actividades realizadas por los Magonistas entre 1907, año en que aparecen como fuerza armada revolucionaria por primera vez, y 1911 cuando se toman la población de Mexicali, evento climático de la rebelión en baja California.

Al respecto se dejó en claro que dese principios del siglo XX los Magonistas, no necesariamente constituidos todavía como fuerza armada revolucionaria, habían estado preparando acciones revolucionarias y habían hecho llamados a huelgas y cosas similares. Ante la dura represión que sufren estas acciones “moderadas”, Ricardo Flores Magon hace un llamado a la insurrección armada en 1905, lo cual lo convierte en blanco de las fuerzas gubernamentales y lo fuerza a exiliarse en los Estados Unidos.   A pesar de esto, los preparativos para un levantamiento armado continúan hasta la toma de Mexicali en 1911.

Por otro lado se plantearon preguntas acerca del carácter anarquista de Zapata y los Zapatistas, la importancia de su religiosidad, las ventajas o desventajas tácticas de su carácter estrechamente ligado a un territorio dado y su relación con los Magonistas. Estas preguntas motivaron una discusión en torno a la pureza ideológica y la importancia de esta, no como línea de pensamiento para imponer a una colectividad o a todos los participantes de un levantamiento, sino como algo fundamental para la orientación final de la revolución. Así, la religiosidad de los Zapatistas, aunque no es algo que les merezca una fuerte crítica ni le reste importancia a sus acciones y logros revolucionarios, si es un punto sobre el cual los anarquistas deberían dar una “lucha” ideológica.   También se mostró que la religión misma, particularmente el cristianismo institucional, es una imposición violenta de contenido misógino, de manera que no es muy factible su defensa dentro de un marco anarquista.  Esta idea se complementó con la mención del carácter orgánico, mutable y no dogmatico del anarquismo que le permite asimilar las condiciones particulares de una situación y enriquecerse como teoría y como práctica en base a experiencias reales.    

De esta manera el carácter agrario y territorial de los Zapatistas es una muestra de cómo las condiciones socio culturales determinadas en parte de manera geográfica fueron tomadas en cuenta por los revolucionarios para poder lograr un nicho, un fuerte punto de anclaje, en las bases populares, las cuales se identificaban plenamente con los planteamientos y la forma de operar de los Zapatistas sin que estos impusieran nada. Cuando se planteó un posible paralelo entre México y Colombia en términos de las condiciones revolucionarias, basado principalmente en la importancia de la tierra y de la reforma agraria en ambos casos, lo que se destacó como de mayor importancia fue la necesidad de cualquier corriente revolucionaria de hacer un análisis profundo de las particularidades socio-culturales, históricas y geográficas del país.    

En cuanto a la relación de los Zapatistas y los Magonistas, se explicó que fueron muy fuertes.   Muchos de los textos y comunicados de los zapatistas, retomaban consignas Magonistas.  Además, el mismo zapata le ofreció a Ricardo Flores Magon la posibilidad de abandonar su exilio en los Estados Unidos y editar “Regeneración” desde Morelos, región controlada por los Zapatistas y donde estos le podían ofrecer protección a Ricardo y al periódico libertario.  Por último se dijo que el pensamiento libertario de los Magonistas realzaba las sociedades indígenas  primitivas como ejemplo de comunidades funcionales; esto encajaba perfectamente con la base popular del movimiento Zapatista y sus reivindicaciones de tierra y libertad.

El último comentario que se hizo, antes de pasar a la redacción de cuentos ficcionales en los que se recogieran elementos importantes de los levantamientos relatados en una edición de “Regeneración”, fue el de la importancia, no solo de los levantamientos y las revueltas, sino de la educación popular, la cual era uno de los fuertes de la acción del grupo anarquista “Luz” y de la “Casa del Obrero”, los cuales jugaron un papel fundamental en la revolución mexicana desde las ciudades, haciendo agitación y difundiendo ideas libertarias entre el proletariado industrial.

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